Hace un tiempo escribí un artículo acerca de la travesía del emprendimiento en materias tecnológicas en Chile. Hoy, en mi país estamos en época de elecciones presidenciales, lo que hace que todo parezca bonito y salgan a la luz todas aquellas buenas intenciones que han sido ocultadas durante 6 años (periodo presidencial). Junto con las acciones destinadas al fomentar el emprendimiento por parte de los planes de las candidaturas (que por supuesto nunca llegarán a terreno, con la excepción de que se vena beneficios tangibles para gente de sus filas o una cantidad considerable de votos) existen también los discursos de los gremios, que incentivarán el emprendimiento en discurso, pero no de su bosillo. Paradójico, considerando que los directos beneficiados serán estas mismas organizaciones. Creo a pies juntillas, que el empresariado nacional no ha asimilado aún la parte final del fenómeno de la caída de las "punto com". Me explico: hace algunos años se creó la burbuja de las punto com, en las cuales una persona creaba una propuesta interesante basada en Internet y la vendía en unos cuantos millones de dólares. Negocio fácil, rentabilidad asegurada en cortísimo plazo y gente dispuesta a comprarlo. Pero, como se ha visto, eso era solo una distorsión de la realidad. Creo que el empresariado chileno, salvo honrosas excepciones, no ha asimilado que el fenómeno ha terminado, y ha extrapolado a sus áreas de negocios la concepción del "grito y plata". Es inconcebible que un inversionista plantee un retorno de inversión en menos de un año para un producto del área tecnológica, pues se deben considerar muchos pasos. En fin, es la realidad local. Ya tendremos gente capacitada que pueda pensar un poco mas allá de 4 paredes o que vea mas allá de su naríz. Ahora, la acción. Creo fundamental crear un instrumento de apoyo, tanto en financiamiento como en gestíon y aprendizaje, al cual puedan acceder los profesionales que Chile crea. Es un complemento, según mi perspectiva, de la educación que uno paga (aunque sea estatal, igual uno la paga). esta herramienta debiese capacitar a la gente en herramientas básicas, como la elaboración de un proyecto, o la generación de un plan de negocios, además de apoyo en la futura gestión del emprendimiento a incubar. No se debe tener miedo a la pérdida de recursos, dado que eso sería menoscabar la calidad profesional de los, valga la redundancia, profesionales formados por el mismo Estado, es decir, dejar de creer en lo que yo mismo he creado. cualquier emprendimiento favorecido por esta nueva herramienta, será fuente de riqueza a futuro para el país. Total, en Codelco se gastan US$ 20.000.000 en asesorías y consultorías...dineros que perfectamente podrían ser semilla para empresas que, por que no, facturen 2 o 3 veces más que la propia Codelco...dejo la inquietud.
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